Vínculo entre padres e hijos ¿Cómo puede fortalecerse?
Uno de los actos más importantes y desinteresados de un padre hacia sus hijos, es velar por su bienestar y seguridad. Y si existe algo bien necesario durante su crecimiento, es que desarrollen una correcta y positiva autoestima, algo que podemos fomentar al desarrollar el vínculo entre padres e hijos. Pero ¿Qué es un vínculo?
La naturaleza de los vínculos entre padres e hijos
Se trata de lazos que se forman desde el vientre materno y que a lo largo de la vida y en el crecimiento van fortaleciéndose y volviéndose cada vez más necesarios, para atender a las necesidades de los hijos. Varios estudios psicológicos han concluido que los lazos afectivos de un hijo con sus padres, no solo fomentan el cariño y el apego, sino que fortalecen el autoestima, que a su vez garantiza un buen desarrollo cognitivo y social.
¿Cómo se desarrollan estos vínculos?
El vínculo entre padres e hijos no inician de la noche a la mañana, son una relación que va creciendo y transformándose desde la formación del bebé en el vientre y la consciencia de que seremos padres, hasta el nacimiento, la crianza, el crecimiento y esos determinados momentos y estímulos que provocan respuestas de amor y de afecto.
El fortalecimiento del vínculo entre padres e hijos
Este vínculo desarrollado y existente es uno de los más fuertes de todos, aún mucho más que los lazos entre hermanos y entre parejas. Sin embargo, el simple hecho de haber formado un vínculo no garantiza su durabilidad en el tiempo. Existen varios trucos o consejos para fortalecer el vínculo entre padres e hijos y te hablaremos de 5 de ellos:
1. Intenta conocer el enfoque y perspectiva de la vida de tus hijos
Muchos de los errores que se comenten en la crianza es que pasamos por alto las cosas importantes y las motivaciones de nuestros hijos. Lo ideal es que te intereses por su mundo y por las cosas que les motivan a ser mejores.
Consigue entender lo que ellos sienten, pero siempre yendo un paso más adelante para que también entiendan como nos sentimos sobre ello. Esto no solo les hará entender tus principales preocupaciones, sino que les ayudará a confiar más en ti.
2. No le temas al contacto físico
No se trata de invadir su intimidad, sino de un contacto directo. Los abrazos son una forma positiva de demostrar afecto y apoyo. Es importante no forzar estas situaciones, muchas familias comenten este error, pero lo que realmente deben ser son acciones espontaneas que demuestren verdadero afecto.
3. Comunicación ante todo
Es esencial mantener siempre la comunicación, pero no solo por parte de tus hijos, sino por tu parte también. Anímate a expresar tus preocupaciones, eso sí, que las mismas no afecten su ánimo o su vida, de este modo ellos también aprenderán a hacerlo.
4. Ten siempre buena disposición
Se trata de que el vínculo cobre fuerza, no que disminuya a causa de una mala actitud. Si en verdad quieres lograrlo, mostrarás entonces buena disposición a ayudarle en sus problemas, dejando a un lado el orgullo y manteniendo siempre una actitud de experiencia que les sirva de guía.
5. Evita a toda costa los interrogatorios
Por último, las sucesiones de preguntas resultan en evasivas por parte de los hijos, hasta que se cansan y se enfadan. Evita estas situaciones y fomenta el diálogo fluido hablando con honestidad, pero evitando inmiscuirte en su intimidad o querer descifrar cada gesto, palabra o acción de modo negativo.