Trucos para mejorar mi estado de ánimo
El estado de ánimo es una manera de sentirnos de manera prolongada en el tiempo, solemos decir «María es más bien tristona», lo que querría decir que su estado de ánimo es triste, ya que habitualmente es como se muestra o se siente. El estado de ánimo no es algo momentáneo, pero si podemos modificarlo con esfuerzo y paciencia.
¿Cómo mejoro mi estado de ánimo?
Lo más relevante es que esa mejoría sea un objetivo, y que por lo tanto estés motivado a lograrlo. No desfallezcas cada vez que no lo consigas, céntrate mejor en las veces que lo consigues (es una cuestión de perspectiva). Recuerda: Las veces que lo consigues.
Date tiempo para que la mejoría vaya haciendo efecto, si tienes prisa tu estado de ánimo será ansioso y no positivo.
Entender y aceptar
Entiende y acepta que el ser humano tiene una gran cantidad de emociones y matices, entiende la belleza de las diferentes emociones sean positivas o negativas. Está claro que a nadie le gusta estar triste, pero todas las emociones nos son útiles, cumplen un propósito para mantener sano nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Acepta que esto es así, cuando toca estar triste lo que tu cerebro necesita es calma, espacio para pensar y recibir apoyo de tus allegados. Cuando esa tristeza se empieza a alargar en exceso (cada problema tiene sus tiempos) es cuando podemos empezar a ponerle remedio a esa tristeza.
Aquí y ahora
Disfruta del presente, casi siempre estamos en el pasado o futuro. Para y piensa ¿Cuántas veces estás aquí? ¿Cuántas veces piensas en lo que harás luego, lo que comerás mañana…? Utiliza los cinco sentidos, huele y toca, observa y disfruta de lo que el presente te regala. Disfruta de la belleza del paisaje (observa cada detalle, no pienses en nada más que eso), de la compañía de una persona muy querida (céntrate en lo que te cuenta, en sus gestos,…).
Aficiones
Encuentra aficiones que te gusten, empieza proyectos, no tengas miedo de los resultados. Lo importante es disfrutar del proceso, la vida es ese proceso por lo que querer llegar siempre al final de la cosas y no entregarnos al proceso nos acorta la existencia. Prueba cosas nuevas, no tengas miedo, no va a pasarte nada malo por ello, simplemente tendrás experiencias nuevas y recuerdos muy gratos.
Deja de etiquetarte
No paramos de juzgarnos y colgarnos etiquetas. «Soy demasiado mayor para hacer eso», «es que soy chica», «eso es de chicas», «eso es infantil». Nosotros mismos nos ponemos barreras y límites, rompe tu jaula y empieza a disfrutar de las cosas que quieres hacer, no dejes de hacer algo por esas etiquetas que te has puesto ¡Despegalas de tu espalda!. Eres una persona única en el mundo, no cometas el error (por lo menos, no habitualmente) de meterte dentro del saco de «la gente mayor», «los jóvenes», eres mucho más que eso.
Concédete un espacio
Quien dice espacio, dice tiempo. ¿Hace cuánto que no te relajas? No hace falta ir a un spa o que te den un masaje, ni siquiera hacer relajación. Simplemente siéntate, cierra los ojos, respira, siente tu cuerpo y piensa solo en ti y tu cuerpo, sin juzgar. También puedes reservarte ratos para pequeños placeres, para algunos tomarse un bollo con café a media mañana, para otros dar un agradable paseo.
Lo positivo
Haz un ejercicio, cada vez que veas algo negativo a algo, busca algo positivo. No implica que tomes malas decisiones, ni que todo sea maravilloso. Es un ejercicio que te ayudará a ser capaz de sacar las partes positivas a casi todo o todo, y créeme que hay infinitas cosas positivas.