Cómo tomar decisiones difíciles

 En Psicología

En un día cualquiera, una persona toma, de media, 35.000 decisiones. Parece un número imposible, pero no lo es tanto si se piensa que son decisiones tanto cosas completamente relevantes como los más pequeños detalles.

Optar por levantarse en cuanto suene la alarma o el famoso ‘cinco minutos más’, elegir el tipo de desayuno, coger el coche o ir al trabajo caminando, llamar hoy a tus padres o dejarlo para el día siguiente… Todas estas son decisiones que se toman de manera casi automática y sin ser conscientes del trabajo que el cerebro hace en estos casos.

Los expertos consideran que el 99,74% de las opciones que se toman cada día forman parte de este inmenso grupo de decisiones automáticas que casi no afectan en el día a día, pero ¿qué hay de ese 1,26 por ciento que resta? Estas son las decisiones relevantes, que pueden cambiar la vida y que, con toda seguridad, cuesta tomar.

Tomar decisiones en el amor, en el trabajo o en la familia puede convertirse en una verdadera pesadilla. Aquellas cosas que son trascendentales para nuestra vida causan miedo, dudas e incluso ansiedad, por eso mucha gente desarrolla incapacidades a la hora de decidirse por algo.

Afortunadamente, existen diversos métodos que pueden ayudar a la hora de tomar decisiones en los estudios o en la familia, entre otros muchos temas de importancia para nuestro día a día.

Tomar decisiones: cómo y de qué forma abordarlas

El problema de la ansiedad

La ansiedad es un problema muy relacionado con la toma de decisiones. Ante la imposibilidad de optar por una opción entre varias, muchas personas comienzan a darle vueltas a la cabeza y acaba por preocuparse en exceso.

Esto provoca respuestas físicas en el cuerpo, como pueden ser las palpitaciones, la hiperventilación, la aparición de un bolo ansioso en la garganta, picores y muchas otras cosas.

La aparición de estos signos físicos solo hace aumentar la ansiedad y dificulta la toma de decisiones, creando un círculo vicioso del que cuesta salir.

Es importante tomar prevenciones para evitar que el problema de la ansiedad en la toma de decisiones se convierta en un problema grave del que cueste recuperarse. Ante los primeros signos, conviene comenzar a trabajar a nivel psicológico para reducir la ansiedad lo antes posible.

El primer paso es entender que la toma de decisiones es parte de la vida y que cualquier decisión que se tome tendrá asociadas cosas positivas y cosas negativas, pero siempre será mejor que vivir en un ‘limbo’ causado por no tener una determinación clara sobre un tema.

La decisión depende del tema

Evidentemente no es lo mismo tomar decisiones en el trabajo que tomar decisiones en el amor. Cada persona tiene una escala de valores en la que dará más importancia a un sector de su vida sobre otros.

La base siempre es similar: elegir entre dos o más opciones para generar un cambio de rumbo o una continuidad. Pero las implicaciones que tiene cada sector de nuestras vidas toman un papel muy relevante y que puede ser distinto para cada persona.

Analizaremos, de modo general, cómo tomar decisiones en cada uno de los sectores más habituales y que más problemas crean en las personas.

Cómo tomar decisiones en el trabajo

Tomar decisiones en el trabajo es complejo porque generalmente hay implicaciones relacionadas con la economía: de mantener el trabajo depende la subsistencia personal y, probablemente, de otras personas.

Esto hace que sea difícil abandonar un puesto de trabajo, decidirse a emprender o solicitar un simple ascenso.

¿Cómo proceder en este sentido? Lo recomendable es pensar bien todas las opciones y sus resultados. Valorar en una tabla los pros y los contras de cada una de ellas puede ser una opción muy interesante para ver, de manera evidente, qué puede ocurrir en cada caso.

Un detalle importante es que, una vez tomada la decisión, de nada sirve mirar atrás y pensar “qué podría haber pasado sí…” Esto solo genera dudas y ansiedad y no permite centrarse en el objetivo profesional planteado.

Cómo tomar decisiones en el amor

Tomar decisiones en el amor es, quizá, uno de los escenarios más duros para las personas. En primer lugar porque entran en juego sentimientos muy profundos y, además, porque afecta a otra persona con la que se tiene una relación muy estrecha e íntima.

El consejo más importante pasa por ser totalmente honesto con uno mismo. El principal problema que tienen las parejas viene derivado por no sentarse a hablar y compartir lo que se está experimentando.

Ordenar los sentimientos, compartirlos y no quedarse con el problema rondando por la mente es el primer paso para solucionarlo e, incluso, para tomar decisiones.

Hay que tener siempre en mente que es mejor terminar o pausar una relación a mantenerla a disgusto y por inercia. Esto último acabará por enrarecer la situación y hacer más difícil la convivencia y posterior ruptura.

Cómo tomar decisiones en los estudios

Elegir qué se va a ser de mayor es algo que ronda siempre por la mente de los adolescentes. Por eso, tomar decisiones en los estudios se convierte en otro de los principales problemas.

De nuevo, recomendamos hacer esa tabla de pros y contras y, sobre todo, pensar en qué cosas nos hacen felices y para qué creemos que servimos.

Es cierto que no se puede olvidar ese consejo tan habitual de los padres de “tú busca algo que te dé de comer y tenga futuro”, pero también lo es que muchas personas desarrollan problemas por dedicarse a algo que detestan por la presión familiar.

Por eso, las decisiones en los estudios deben ser consultadas con amigos, familiares y profesionales de orientación, pero en el último momento, es cada persona la que debe tomar la decisión por sí mismo para, en el futuro, no reprochar a nadie por el error o el acierto.

Cómo tomar decisiones en la familia

La familia es otro de los grandes sectores que crean problemas a la hora de tomar decisiones. Cada integrante suele tener opiniones propias y esto, siempre, acaba siendo fuente de conflictos.

Honestidad, sinceridad, hablar las cosas claras y compartir los sentimientos suelen ser las herramientas perfectas para la toma de decisiones en la familia. Comprender y escuchar a todos los integrantes ayudará a que las opciones escogidas en cosas tan variadas como un cambio de ciudad, elegir las vacaciones o dónde comer el fin de semana, sean siempre experiencias positivas.

Cómo tomar decisiones cotidianas

Como hemos indicado, el 99 por ciento de las decisiones diarias y cotidianas se toman de manera automática.

Aun así, hay personas que desarrollan graves problemas a la hora de optar por algo, por sencillo que sea: elegir la nueva serie de Netflix, dónde ir a cenar o qué ropa es más apropiada para la reunión con los amigos puede suponer, para algunas personas, un verdadero problema.

En estos casos tan extremos, conviene ponerse en manos profesionales cuanto antes para evitar que el problema vaya a más y se desarrollen las temidas ansiedades.

Una mente fuerte y preparada para la toma de decisiones crea personas estables, más felices y cómodas consigo mismas.

Además, está demostrado que las personas reflexivas y que toman decisiones de manera consciente y reflexiva suelen obtener unos mejores resultados y están más contentos con el desarrollo de su vida.

No hay una receta única que ayude a responder a cómo tomar decisiones difíciles en el día a día, pero hacerlo siguiendo todos estos consejos hará que todo resulte más fácil y natural. Al fin y al cabo cada día tenemos que enfrentarnos a unas miles de ellas.

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