Terapia Cognitivo Conductual : qué es y cómo se aplica
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es una serie de técnicas y tratamientos muy extendidos en psicología. Esta busca entender cómo piensa uno de sí mismo y su entorno para así conocer su forma de ser y actuar.
Se basa en profundizar en los pensamientos (cognición) y el comportamiento (conducta) para evaluar a la persona y encontrar dónde puede mejorar.
La Terapia Cognitivo Conductual se basa en el aquí y ahora, al contrario que otros tratamientos psicológicos que se centran en profundizar en el pasado del paciente.
Lo que has de saber sobre la Terapia Cognitivo Conductual
¿Cómo funciona la TCC?
Uno de los fundamentos esenciales de este tratamiento psicológico es que hace entender los problemas no como grandes cargas sino como pequeñas partes. Esto ayuda a psicólogo y a paciente a ver las partes que están conectadas entre sí y cómo abordarlas por separado.
Por poner un ejemplo muy básico, si hemos llegado a casa enfadados no ha sido por «un mal día en el trabajo» tal cual. Habremos discutido con alguien, llegado tarde e incumplido la entrega de un informe. Con esto en la mano, tendremos que solucionarlo por separado para que mañana sea un día mejor y nos sintamos más a gusto.
De las situaciones, problemas y hechos podemos extraer ciertas percepciones interesantes de evaluar como pensamientos, comportamientos o emociones.
Claro está, estos pensamientos y percepciones se relacionan entre sí. Este es otro de los fundamentos de la Terapia Cognitivo Conductual; nuestros pensamientos influyen en nuestras acciones y viceversa.
Es decir, nuestros pensamientos sobre una situación influyen sobre nuestros sentimientos sobre la misma. A su vez, ambos repercuten en las acciones que tomamos al respecto. Eso una especie de círculo vicioso dentro de nosotros mismos.
La clave aquí es conocer la «salida» al círculo y la forma de la que podemos escaparnos. El objetivo de la TCC es también pedagógico. Es decir, no ayudarle a salir de cierta situación al paciente sino «enseñarle a pescar» para que, de forma autónoma, pueda salir por sí mismo de otros escenarios similares.
Las grandes etapas en el tratamiento de Terapia Cognitivo Conductual
La TCC se segmenta en tres etapas muy marcadas: evaluación, tratamiento y seguimiento del paciente.
La primera fase es un abordaje y reconocimiento al paciente. Es decir, se busca entender el comportamiento del paciente y su estado psicológico. El objetivo también es encontrar cualquier trastorno asociado, como bipolaridad, fobia social o depresión.
En esta fase, la comunicación es bidireccional. Esto implica que lo que vaya descubriendo el psicólogo es comunicado al paciente para, a su vez, intentar mejorar en su día a día. La interacción psicólogo-paciente desemboca en un tratamiento a medida y acordado por ambas partes.
Para la siguiente etapa, se pasa al tratamiento en sí. En esta fase se aplican diversas técnicas orientadas a fomentar el cambio en el paciente. El objetivo último es alcanzar los logros que se propusieron en la etapa de evaluación.
Claro está, los procedimientos usados varían en función del paciente y la fase de su problema que esté atravesando.
En la tercera etapa, el seguimiento, se espacian en el tiempo las consultas. El objetivo es que el paciente vaya aplicando las técnicas de tratamiento en su día a día y, con las sesiones, se comente con el psicólogo cómo le ha ido. Lo que se intenta es conseguir los objetivos propuestos en la fase de tratamiento y evitar recaídas.
¿Cuánto dura el tratamiento de Terapia Cognitivo Conductual?
La TCC no es continua, tiene un final, al menos en casos no crónicos. Claro está, el tratamiento, al ser personalizado, depende de varios factores, pero principalmente son dos los más importantes.
Por un lado, el diagnóstico, ya que hay problemas que se pueden solucionar de una forma más o menos rápida.
Por otro, el compromiso del paciente por sanar. El proceso seguido por los psicólogos que aplican la Terapia Cognitivo Conductual requiere de la participación del paciente. Se le envían ejercicios y actividades que hacer y, cuanto más tiempo le dedique a ellas, más pronto podrá dársele el alta.
Recordemos que uno de los objetivos de la Terapia Cognitivo Conductual es el aprendizaje del paciente sobre sí mismo y fomentar su inteligencia emocional.
¿Servirá la TCC para mi problema psicológico?
La Terapia Cognitivo Conductual es aplicable a un amplio rango de enfermedades y afecciones psicológicas. Al tratarse de un procedimiento personalizado y adaptable, es válido para problemas puntuales (afrontar la pérdida de un ser querido, crisis de pareja…) o duraderos en el tiempo.
Además de en consulta, es aplicable en ámbitos como el laboral o el escolar.