¿Ansiedad sin motivo? Estas son las razones reales por las que puedes sentirla

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¿Por qué tengo ansiedad sin motivo aparente?

Hay situaciones de la vida ante las que el sujeto se prepara de un modo especial para conseguir objetivos determinados.

Una negociación, una decisión compleja, un proceso de selección para optar a un puesto de empleo o un examen requieren de una óptima planificación.

Puede ocurrir que, cuando se aproxima la fecha de un acontecimiento significativo, la persona experimente algún grado de ansiedad.

En ese caso, el síntoma desaparece cuando se ha realizado la prueba (incluso, durante la realización de la misma).

Pero no siempre es posible establecer una relación de causa y efecto entre la realidad en sí misma y la forma de afrontarla, sino que también puede darse la circunstancia de sufrir signos de ansiedad sin un motivo aparente.

Cuando eso ocurre, el afectado experimenta inquietud, sensación de alarma, tensión e intranquilidad interior.

Aunque lo desea, la persona no consigue identificar cuál es el motivo de un malestar que se intensifica de forma repentina en momentos concretos de la rutina. Es decir, se siente desbordada por aquello que le pasa y que no puede controlar.

Existe una pregunta que surge en el diálogo interior del afectado de una forma recurrente: ¿por qué tengo ansiedad y qué puedo hacer para avanzar?

Ansiedad sin motivo, ¿por qué ocurre?

Una experiencia que, por otra parte, puede estar acompañada por la sensación de angustia. Cuando una persona sufre ansiedad sin motivo realiza una anticipación negativa de aquello que no ha ocurrido todavía.

La interpretación del futuro se percibe desde el peligro, la amenaza y el riesgo. Una visión que influye en sus pensamientos, sentimientos, sensaciones y acciones. Aunque la ansiedad no presente un motivo concreto, eso no significa que no tenga un origen identificable más allá de aquello que se concluye en la superficie.

La validación emocional es muy importante porque la persona debe darse el permiso de sentir su vulnerabilidad incluso aunque los demás consideren que su existencia está marcada por el éxito, la felicidad y la buena suerte.

La ansiedad sin motivo aparente no solo puede producir desconcierto en quien la sufre, sino que también puede generar incomprensión en los demás (una incomprensión que parte del desconocimiento). Y, en este contexto, el afectado llega a silenciar cómo se siente.

De hecho, el motivo por el que una persona puede tener dificultades para encontrar la respuesta a aquello que le ocurre es que su situación responde a un cúmulo de circunstancias que están interconectadas. Y en esa suma de factores suele destacar la falta de autocuidado.

Es habitual que el sujeto haya experimentado algún síntoma de alarma previamente, sin embargo, no le ha dado la importancia suficiente. Ha seguido centrado en atender ocupaciones, compromisos y tareas. Y, en consecuencia, ha dejado en un segundo plano el descanso, el disfrute personal y el autocuidado.

La ocupación se convierte en un estilo de vida y, en un escenario de estas características, no existe el margen necesario para la introspección. El origen de un malestar no desaparece bajo la prisa o el hacer.

La ansiedad sin motivo es un indicio de que la persona necesita apoyo terapéutico. La ayuda especializada es esencial en este contexto para potenciar el autoconocimiento. Uno de los efectos negativos de la ansiedad sin razón aparente es que el afectado puede llegar a evitar aquellas situaciones en las que se siente inseguro.

En su origen, la evitación se convierte en una forma de actuar que busca la protección personal a corto plazo. El sujeto quiere evitar aquello que percibe como una amenaza externa. Y esta forma de actuar produce el efecto opuesto a largo plazo.

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La ansiedad sin un motivo aparente se convierte en un motivo de preocupación constante para quien la sufre. Y, en ese caso, se produce un miedo ante un temor que no se concreta en un asunto perfectamente identificable. Es decir, es una forma de miedo al miedo.

¿Por qué pedir ayuda psicológica para superar la ansiedad sin motivo aparente?

Diseccionar los problemas, analizar sus diferentes componentes, es un proceso a través del que el sujeto, contando con la ayuda del experto, puede llegar a clarificar aquellas variables que producen la ansiedad. Es uno de los métodos que utilizamos en la consulta de Atlas Psicólogos. De este modo, la persona incrementa su comprensión en torno a su situación y, en definitiva, desarrolla nuevos recursos para afrontarla.

Con frecuencia, quien acude a nuestra consulta de psicología lo hace motivado por la siguiente razón: tengo ansiedad y no sé por qué.

Dar el primer paso de solicitar ayuda especializada genera un punto de inflexión muy positivo.

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