Qué es el síndrome de la carencia afectiva y qué tratamiento psicológico tiene

 En Psicología

¿Has oído hablar del síndrome de la carencia afectiva? Lo cierto, es que el ser humano necesita cuidados y atención desde que nace. Si un hijo tiene este déficit de atención por parte de sus cuidadores, podría desarrollarse el síndrome de carencia efectiva. Veamos en qué consiste y cómo es el tratamiento.

Síndrome de la carencia afectiva: qué es y tratamiento

La carencia afectiva contempla un tipo de situación donde el niño ha sufrido de afecto, como falta de atención, de cuidados, de muestras de cariño, de protección, de apego… El problema, es que si esto sucede, afecta en gran medida a la maduración de la personalidad del niño, debido a la falta de esa carencia efectiva.

Con el paso de los años, un niño que ha sufrido de una ausencia de estimulación afectiva en su infancia, puede generar una serie de trastornos afectivos, somáticos o conductuales. Esto es debido a que el niño entra en un estado en el que tiene miedo de ser abandonado, es inseguro… Lo que puede llevar a la búsqueda y reafirmación continua de afecto.

No siempre es debido a la falta de cariño o a que se siente solo, sino que puede aparecer por circunstancias de trabajo (los padres pasan todo el día fuera de casa y no están con el niño), fallecimiento de uno de los cónyuges (eso hace que el otro miembro tenga que encargarse de todo y no deje al niño desatendido)…

Es decir, no siempre es intencionado. Hay padres que sus hijos lo son todo pero que tienen que trabajar para sacarlo adelante o para abordar el pago de deudas, lo que hace que sus hijos se puedan sentir un poco solos.

¿Qué síntomas presentan los niños que lo sufren?

Los síntomas pueden ser diferentes según la edad del niño.

En el caso de los bebés, suelen llorar demasiado e incluso pueden sufrir de enfermedades infecciosas. Mientras que ya llegados a la edad infantil, pueden sufrir trastornos en el lenguaje.

Así que empiezan al colegio, en la edad escolar tienden a tener una baja autoestima, trastornos de aprendizaje, celos o incluso derivar en fracaso escolar.

No obstante, esto se incrementa en la fase de la preadolescencia, porque es ahí donde puede sufrir trastornos del comportamiento o tener problemas en las relaciones sociales.

Mientras que en la adolescencia, puede derivar en conductas impulsivas, baja autoestima, ansiedad o consumo de sustancias.

No obstante, si no se tratan, estos problemas no cesan. En la edad adulta puede afectar a las habilidades de las personas y hacerlas más dependientes emocionalmente, haciendo que afecte a su seguridad, autoestima, estabilidad en las relaciones personales… Incluso puede generar ansiedad y depresión.

Por lo tanto, un problema de carencia afectiva desde que se es pequeño, puede derivar en problemas para toda la vida. Por eso es tan importante tratar el problema a tiempo.

Tratamiento del síndrome de carencia afectiva

Si los síntomas no son corregidos a tiempo, puede que el niño crezca con ellos y de adulto pasen a formar parte de su conducta emocional. Todo sería más complicado para una persona que tiene cuadros de ansiedad o sufre de estado depresivo por culpa del problema de la carencia afectiva.

Actualmente, la vida es muy rápida. Se vive a un ritmo frenético y los largos horarios en las oficinas y los desplazamientos hacen que sea complicado tener una buena conciliación familiar, lo que hace que los niños sean los grandes perjudicados. Más aún si sienten esa falta de cariño necesaria para un buen desarrollo afectivo.

Por todo ello, es por lo que es importante ponerse en manos de psicólogos expertos en tratar el síndrome de la carencia afectiva. No importa la edad, cuanto antes empiece mejor, porque eso hará que tenga menos problemas relacionados en la vida adulta.

Incluso si eres adulto y es tu caso, estás a tiempo. Siempre hay tiempo para mejorar. Déjalo en nuestras manos. ¿Hablamos?

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