Qué hay detrás del “yo me considero perfeccionista”
Vivimos en una sociedad donde se incentiva de manera continua a la consecución del éxito y se empodera a la ambición. Esto realmente no tiene porqué influir de manera problemática en algunas circunstancias, pero esta idea de concebir de forma desmedida puede sentar la semilla del perfeccionismo.
Aunque muchos se definen con este adjetivo, no todos saben lo que hay detrás ¿es bueno ser perfeccionista? Desde Atlas Psicólogos Tres Cantos te contamos todo lo que necesitas saber.
El perfeccionismo: ¿Qué es?
El perfeccionismo es un atributo que suele ser entendido de dos formas muy distintas: o bien como una virtud que conduce a la excelencia, o bien como un defecto que nos arrastra hasta la frustración y el fracaso.
Se fundamenta en la determinación por altos estándares personales, que en ocasiones pueden llegar a ser difíciles de alcanzar. Es en este punto cuando, sumado a una tendencia de evaluación y autoimagen continua, se genera una enorme actividad de autocrítica y solo es posible visionar nuestro trabajo definido por nuestros errores.
¿De qué depende el ser o no perfeccionista?
El ser perfeccionista muchas veces viene definido por el estado de ánimo, y especialmente por psicopatologías derivadas, como la ansiedad. Y es que el perfeccionismo desbocado puede implicar una rigidez extraordinaria, que condiciona la vida y las emociones hasta el extremo de «dañar» a quien lo hace suyo.
Puede venir derivado de situaciones de inconformismo, inseguridad y hasta una lección aprendida desde pequeños. No existe un solo factor que condicione de manera directa al perfeccionismo pero sí varios puntos de partida.
Cierto es que el intentar ser perfeccionista no es malo, el problema recae en la tendencia a encontrar errores y la disconformidad constante con el resultado de nuestro trabajo. Por ello, existen distintos tipos de perfiles de perfeccionistas, ya que no todas las personas están al mismo nivel: el autorientado, orientación hacia otros, el socialmente prescrrito, …
Rasgos de una persona perfeccionista
Desde la ansiedad interpersonal de querer casar con las expectativas del entorno, pasando por un nivel de exigencia que se extrapola al ámbito externo y hasta casos donde la autoexigencia es impuesta. Pero todos tienen en común ciertos rasgos:
- Miedo a cometer errores: existe una vigilancia constante para no incurrir en el error, en un proceso donde el énfasis está en lo negativo.
- Altas expectativas, tanto propias como impuestas.
- Un duro juicio propio, suele hacerse una autoevaluación nociva y una evaluación de resultados excesivamente exigente.
- Desesperación ante el descontrol, situaciones que no dependen directamente de estas personas las hace pasar por momentos de alto grado de frustración.
Si bien es cierto que el perfeccionismo es algo adquirido, resulta muy difícil lidiar con él y este tipo de pensamientos, y en muchas ocasiones hay que recurrir a expertos. ¿Necesitas ayuda?