Pesadillas: ¿qué son y por qué las sufrimos?

 En Emociones

Seguramente has experimentado en varias ocasiones despertarte súbitamente con palpitaciones y asustado de un sueño aterrador. En ese momento pareciera que tus más profundos temores se hubiesen hecho realidad. Y es que las pesadillas son la principal causa de perturbación del sueño y por supuesto de malestar emocional temporal.

¿Qué son las pesadillas?

Las pesadillas pueden ser definidas o entendidas como una representación onírica (sueño) caracterizada por un contenido desagradable, aterrador, persecutorio y entristecedor para aquel que lo vive.

Son capaces de provocar reacciones fisiológicas (ansiedad, taquicardia, sudoración, angustia, tensión muscular, etc.) como si se estuvieran viviendo realmente en el momento. Esto convierte las pesadillas en una experiencia completamente desagradable, que además interrumpe el descanso reparador del cuerpo. Asimismo, muchas veces al despertar súbitamente se hace más difícil volver a conciliar el sueño.

Sufrir de pesadillas

¿Por qué sufrimos pesadillas?

Las pesadillas se producen durante la fase del sueño REM y pueden aparecer por diversas causas. Estas son algunas de ellas.

  • Alimentación: es bien sabido que las comidas pesadas ingeridas en horas tardías de la noche producen una digestión lenta y compleja, lo que influye directamente en el estado y calidad del sueño. Así que si quieres dormir tranquilo debes evitar comerte esa hamburguesa que tanto te gusta o el plato de pasta que te espera en el refrigerador.
  • Fisiológicas: existen diversas enfermedades o desórdenes corporales que influyen directamente en la aparición de las pesadillas. Entre estas tenemos la fiebre, alteraciones hepáticas, traumatismos o dolores musculares, convulsiones y otros tantos padecimientos que pueden alterar las ondas cerebrales en alguna fase del sueño y generar la aparición de tan terrible experiencia.
  • Psicológicas: durante el sueño el inconsciente se libera, no consigue restricciones y por ende usa esta actividad como una vía de resolución de deseos y temores. La psiquis usa el sueño como vía de expresión, de liberación de tensión (aunque paradójicamente con las pesadillas causa el efecto contrario). Suelen aparecer con mayor frecuencia en períodos de estrés, de luto y de cambios en la vida cotidiana. Otra razón que suele ser la que más atención amerita es que las pesadillas pueden ser un síntoma de alguna enfermedad mental más grave que requiera tratamiento por parte de un especialista, sobre todo cuando estas toman un carácter más realista y frecuente en nuestra vida.

¿Qué hacer ante una pesadilla?

Lo primero que podemos hacer al despertar de una pesadilla es tomar una posición semi sentada en la cama, recostarnos, inhalar profundo y exhalar lentamente. De ser posible, toma algunos sorbos de agua despacio y tranquilízate, de esta forma será más fácil volver a conciliar el sueño. Luego, al despertar en la mañana, intenta recordar qué fue lo que soñaste y trata de conseguir el significado o mensaje que pudiera darte tu psiquis a través de la pesadilla.

Recuerda, mantén un horario estable de sueño, cena comidas ligeras, intenta resolver tus situaciones antes de ir a la cama y cuida tu salud. Así tendrás un sueño sano y reparador para evitar este tipo de sueños.

 

 

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