¿Qué son los pensamientos intrusivos? Qué implican y qué hacer con ellos

 En Emociones

Los pensamientos intrusivos irrumpen en la rutina de la persona como si se tratase de un disco rayado. Tienen un componente repetitivo.

Presentan ideas que no están directamente alineadas con la lógica de aquello que está ocurriendo aquí y ahora.

Cuando se padece con frecuencia, la persona se siente encerrada en un bucle de emociones desagradables, incertidumbre y sensación de pérdida de control.

Los pensamientos intrusivos tienen un tono catastrófico y, en consecuencia, son una fuente de inquietud y preocupación ante el futuro. Cualquier persona ha podido experimentar en algún momento de su vida el contacto con algún pensamiento intrusivo, extraño, desagradable e involuntario.

¿Pero qué sucede cuando las ideas intrusivas se producen con frecuencia?

En ese caso, conviene escuchar un síntoma que puede estar en relación con un caso de estrés o ansiedad. Es decir, los pensamientos intrusivos se contextualizan en periodos que están marcados por elevados niveles de preocupación, falta de descanso, cambios y tensión emocional. Ideas repetitivas que también generan sufrimiento en el marco de un diagnóstico de depresión.

No son ideas que propicien una reflexión que deriva en una conclusión final. En ocasiones tienen un componente irracional. No están relacionadas con hechos y datos objetivos, sino que presentan un contenido abstracto, poco concreto e impreciso. A pesar de ello, la huella que dejan es muy real porque pueden llegar a convertirse en una obsesión.

El significado de un pensamiento intrusivo no está alineado con la realidad. Es decir, la irrupción de una idea no quiere decir que ese contenido va a materializarse en algún momento. Sin embargo, una misma información puede manifestarse con tanta insistencia durante un periodo de tiempo, que la persona puede llegar a identificarse con ella y con las emociones que experimenta.

¿Y cómo eliminar pensamientos intrusivos?

¿Cuáles son las claves para transformar los pensamientos intrusivos?

1. En primer lugar, es importante identificarlos y acotarlos

La escritura se convierte en una herramienta esencial para poner por escrito cuál es esa idea perturbadora que irrumpe con relativa frecuencia en la rutina cotidiana. De este modo, al exteriorizar la información y visualizarla sobre el papel, es posible establecer una mayor distancia emocional para ponerla en su contexto. La escritura te ayuda a clarificar una situación que puede resultar confusa.

Tener un registro documentado de las principales ideas intrusivas es un ejercicio de autoconocimiento que resulta de utilidad en el inicio de una terapia.

2. No dedicarles un tiempo excesivo

Como hemos comentado, los pensamientos intrusivos surgen de forma involuntaria. Por tanto, es muy importante no alimentar la rumiación mental. Es esencial que no te identifiques con el contenido de esa información.

3. Autocuidado

Desde Atlas Psicólogos recordamos que conviene reforzar el autocuidado para potenciar el bienestar emocional. Por ejemplo, es importante seguir una rutina. Por otra parte, es positivo cultivar el contacto con la naturaleza, practicar las habilidades sociales, ejercitar las aficiones personales, fomentar el encuentro con la cultura y descansar.

4. Conexión con el presente

Por otra parte, los pensamientos intrusivos pueden llevarte al futuro o al pasado. ¿Cómo volver a conectar con el presente? El control de la respiración es clave para alimentar el encuentro con el escenario del aquí y el ahora. Por otra parte, también es posible practicar la atención plena.

 

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