Cómo mejorar la baja autoestima en la adolescencia

 En Psicología infantil

¿Quieres saber cómo mejorar la baja autoestima en la adolescencia? En este artículo te damos algunas claves prácticas. 

La adolescencia es una época de cambios, tanto sociales como corporales, donde los niños aprenden a ser adultos a marchas forzadas. Es por eso que muchas veces los niveles de autoestima varían mucho en función de las situaciones y los momentos por los que pasan.

Los exámenes, los cambios hormonales, las primeras relaciones amorosas… Todos sabemos que es una etapa de la vida compleja y con muchos vaivenes. Por eso mismo, el manejo de la salud emocional y la autoestima es fundamental, aunque se estima complicado.

En este artículo queremos darte algunas claves y trucos para mejorar la baja autoestima en la adolescencia.

La baja autoestima en adolescentes

Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa de entre los 10 y los 19 años. Y la baja autoestima en adolescentes está más que presente. Echémosle un vistazo a una encuesta realizada para el libro Mobbing escolar. Violencia y acoso psicológico contra los niños con más de 25.000 encuestados.

Durante esta etapa, el 38% de las personas afirman que no tienen mucho de qué presumir. También, el 32% dice pensar que es malo y sin remedio, a un 28% no les gusta su forma de ser… Datos abrumadores en cuanto a la autoestima en la adolescencia.

Estos problemas de autoestima en la adolescencia se deben en su mayoría, como podemos comprobar, en una autopercepción pobre. Es decir, la valoración que tienen de sí mismos es muy baja.

Hay que darle solución a esto lo antes posible, ya que una baja autoestima durante la adolescencia puede arrastrarse en etapas posteriores de la vida.

¿Cómo es la autoestima en la adolescencia?

La adolescencia es una época donde las personas empiezan a tener las primeras relaciones interpersonales profundas, así como círculos sociales más complejos.

Esto implica, por un lado, que un adolescente tiene que hacerse valer y, por otro, que quiere encajar en un grupo de personas que él considere el ideal. En algunos casos, ambas cosas parecen incompatibles.

Si un adolescente no se valora a sí mismo, tiene dificultades en mostrar habilidades sociales, en ponerse en valor como persona. A causa de esto, no conseguirá encajar en el entorno social que quiere, grupo que acabará cambiando la valoración de esa persona, normalmente para mal.

 

A estos problemas de autoestima social se suman los fisiológicos. Tener granos, el exceso de peso u otras características físicas diferentes pueden provocar que el nivel de autoestima caiga por los suelos.

En este punto también baila la creación de un yo, de una identidad diferente a la del resto, pues el adolescente no se valora lo suficiente a sí mismo o su personalidad y se decanta por parecerse a otro, bien sea la última estrella de la canción, un deportista de élite o algún compañero de clase.

¿Qué factores influyen en la autoestima de los adolescentes?

  • Familia: La familia es el primer punto de apoyo en el que debe pivotar la autoestima de un adolescente. En el seno familiar es donde se ha desarrollado, y si alguien cuenta con los apoyos suficientes por parte de sus familiares, estos problemas pueden atenuarse bastante. Por ello, es esencial que un adolescente cuente siempre con el apoyo de sus familiares más cercanos. También hay que aprender a no menospreciar al adolescente, una persona que empieza a creerse con el criterio suficiente para decidir por sí mismo.
  • Instituto/amigos: Los otros adolescentes también pueden influir marcadamente en la autoestima. Burlas, vejaciones, etc. están a la orden del día. Los demás también son un espejo donde mirarse, por lo que las comparaciones con otros más guapos/listos/exitosos empeora la autopercepción.
  • Medios de comunicación/redes sociales: Por lo general, la gente famosa que sale en los medios de comunicación y ahora los influencersyoutubers muestran una vida a todo tren. Éxito profesional, personal y, en muchos casos, un estilo de vida envidiable. Un adolescente es probable que siga a una estrella y la considere modelo a seguir, tanto en su vertiente profesional como personal. Y esto puede desencadenar en el incremento de la baja autoestima por ver que sus esfuerzos por parecerse a esa persona no den resultado.

Las claves para mejorar la baja autoestima

Una vez hemos visto todo lo anterior, es hora de hablar de los puntos clave para mejorar la baja autoestima.

Claro está, cada persona es única. Por tanto, lo que podemos dar en esta entrada son valoraciones generales y códigos de conducta muy genéricos. Si el problema necesita ser tratado en profundidad, lo mejor es contar con un equipo de psicólogos profesionales.

Hacer críticas constructivas

Las críticas negativas generan el efecto contrario que pretenden conseguir. En vez de esforzarse más, la persona que las recibe se sentirá peor que si no las hubiera recibido, y su rendimiento escolar (por ejemplo) reducirá.

Madre apoyando a su adolescente con baja autoestima

Siempre hay que decir las cosas con tacto y de forma premeditada.

Las críticas constructivas han de buscar el lado bueno de las cosas, sin dejar de ser una crítica. Es decir, no persiguen el elogio sino potenciar las capacidades del adolescente.

Elogiarlo

Muchas veces, los adolescentes con baja autoestima buscan solo una palmadita en la espalda. Nunca está de más dar algún que otro elogio. Y no solo a modo de recompensa por quedar el primero o sacar la mejor nota, sino para valorar su esfuerzo.

Esto reforzará su autoestima, ya que el adolescente encuentra con alguien que pone en valor lo que está haciendo y reconoce su esfuerzo.

Haz que participe en la toma de decisiones

Como ya hemos dicho, la mayoría de adolescentes ya se creen lo bastante maduros para hacer «lo que quieran». Una buena idea es hacerle partícipe en la toma de decisiones.

Elegir un coche nuevo, el nombre de su nuevo hermanito, etc. pueden ser decisiones trascendentales de las que el adolescente se sentirá parte y verá que su opinión es de valor. Porque pocas cosas hay más reconfortantes para un adolescente que sentirse mayor.

Pasar tiempo con ellos

Una buena relación con un adolescente se basa en compartir tiempo y temas comunes. Por ejemplo, no es lo mismo pasar 3 horas viendo la tele que pasar 1 haciendo cosas juntos, realmente.

En este sentido, la autoestima se refuerza en base a la confianza y el vínculo con los padres, pudiendo verlos como una figura a la que recurrir si algo no va bien.

De todos modos, si realmente te planteas cómo mejorar la baja autoestima en la adolescencia de tu hijo, un familiar, etc. lo mejor es recomendarle la visita a un profesional de la psicología. En este caso, el psicólogo podrá atenderle de forma personal y buscar la forma más adecuada de incrementar sus niveles de autoestima y que estos se mantengan estables.

Promover sus pasiones

Todos tenemos algo que nos divierte, nos entretiene y nos gusta. Y la adolescencia es el período donde se asienta ese área de nuestra vida. Música, deporte, bricolaje… hay cientos de actividades que pueden convertirse en la pasión de los adolescentes.

Cuando sus hobbies se perciben por su entorno como importantes, se sentirá con más confianza en sí mismo.

Potenciar y promover estas pasiones e inquietudes generará ciertos beneficios para su autoestima:

  • Primeramente, le servirá para tener la mente ocupada.
  • Por otro lado, conocerá a gente con los mismos gustos en talleres, foros, etc.
  • Mejorará su autoaceptación, ya que hará algo que le apasione y se le comenzará a dar bien con la práctica.

Aunque al principio pueda ser una faena (tener que llevar al chaval al conservatorio o gastarse dinero en ropa deportiva, por ejemplo), a la larga tendrá su recompensa con una mejora en la autoestima. Y, quién sabe, quizás su hobbie hoy pueda convertirse en su trabajo mañana.

Practicar deporte

El deporte y la actividad física son formas geniales de mejorar la autoestima de cualquier persona, y más en adolescentes. La respuesta es social y química.

Por un lado, el cuerpo genera endorfinas y serotonina, neurotransmisores que regulan nuestro estado de ánimo y fomentan una situación de bienestar general.

Por otra parte, el ejercicio hace que uno se vea mejor y empiece a apreciar sus capacidades. Otro minipunto para la autopercepción.

madre e hija haciendo deporte mejorando su autoestima de paso

El ejercicio físico permite estrechar lazos y mejorar la autoestima.

Esto hace que al adolescente le cueste menos mostrarse socialmente como individuo y le permitirá configurar un entorno social mucho más amplio y asentado.

También está claro que el ejercicio en grupo o pareja permite estrechar lazos con quien lo practica, por lo que se puede poner puntos en común.

Ser su confidente

La confianza paternofilial es una relación que se afianza con los años y, muchas veces, pierde fuelle en la adolescencia.

Por eso mismo, tener plena confianza en el adolescente y ofrerle su apoyo siempre que lo necesite es fundamental para su correcto crecimiento. Suele ser complicado, pero así podremos ayudar y tener cierto control sobre el entorno social en el que se mueve el adolescente.

También podremos informarle sobre conductas adecuadas en materia académica, social, sexual... Ser su confidente es una de las formas más adecuadas para que el adolescente, en momentos de baja autoestima, tenga un apoyo al que agarrarse.

Qué NO se debe hacer para mejorar la baja autoestima en la adolescencia

Una vez hemos dicho todo lo anterior, queda ver las cosas que NO se deben hacer cuando tratamos con un adolescente y queremos mejorar su autoestima. Es una época llena de cambios donde los sentimientos y las sensibilidades están a flor de piel.

Por eso mismo, queremos darte algunas instrucciones para evitar ciertos comentarios o actitudes negativas. Vamos allá.

Subestimar lo que siente

La vida adulta nos configura el carácter. Tanto es así que lo que para ti puede ser una tontería de chiquillos o un capricho, para un adolescente es su anhelo o el sentimiento más poderoso que tienen en su interior.

Que te diga «estoy muy estresada con los exámenes» o el «Fulanita ha cortado conmigo» puede ser fácilmente pasado por alto. Pensarás que tampoco es para tanto, que los exámenes son lo de menos o que solo llevaban 3 meses juntos.

Pero lo que realmente pasa ahí es que ese adolescente está pasándolo mal y toca tenerlo en cuenta y darle algún consejo de forma constructiva.

Igual ocurre con los sentimientos positivos. Un «yo a tu edad eso lo hacía mejor» puede arruinar la ilusión de cualquier adolescente que se sienta orgulloso por sacar una notaza en ese examen tan complicado, o por quedar segundo en una carrera.

Ridiculizarlo ante los demás

Aquí no hay ninguna sorpresa.

Intentar que alguien quede en ridículo ante otros es siempre una actitud negativa y cuestionable. Mucho más cuando se trata de adolescentes con baja autoestima.

Se pueden hacer críticas, por supuesto, pero siempre desde un punto de vista constructivo y en privado o, como mínimo, en un círculo de personas de confianza.

Criticarlo y exigirle en exceso

La crítica de adultos a adolescentes está a la orden del día. Bien sea en cuestiones académicas, deportivas, amorosas… se tiene la percepción de que el chico lo hace todo mal.

También están las odiosas comparativas con sus compañeros o amigos, los que sacan buenas notas, los hachas en el deporte.

Este comportamiento y esta clase de comentarios puede ahondar más la autoestima del adolescente, haciendo que la exigencia y la crítica se conviertan en algo negativo, al contrario de lo que estamos pensando cuando la hacemos.

La mejor forma de que el adolescente saque todo lo que pueda de sí mismo es enseñarle a ser autoexigente, no a exigirle «desde arriba».

Sobreprotegerlo

En el otro lado de todo esto tenemos a padres y demás familiares sobreprotectores con los suyos. Es natural darle al adolescente siempre lo mejor o lo que no tuvimos nosotros, pero la sobreprotección es, a todas luces, un comportamiento negativo.

Con ella lo único que conseguimos es que el adolescente se vuelva tremendamente dependiente de nosotros, convirtiéndole en alguien cuya toma de decisiones se ve supeditada a la nuestra. Es decir, no será capaz de mostrarse como individuo a no ser que estemos nosotros detrás dándole la aprobación todo el rato. Y, como persona, tiene que configurar su personalidad y entorno social de forma autónoma y responsable.

¿Darle apoyo cuando lo necesite? Por supuesto. ¿Convertir su entorno en una burbuja? No.

Hasta aquí nuestro artículo sobre cómo mejorar la baja autoestima en la adolescencia.

Si lo que necesitáis es ayuda profesional, no dudes en acudir a Atlas Psicólogos Tres Cantos. Somos especialistas en el tratamientos de problemas de autoestima en adolescentes; daremos el mejor tratamiento y apoyo para que el paciente mejore su autopercepción y pueda desarrollarse emocionalmente sin carencias.

 

Entradas Recientes