Maléfica y la desconfianza
Maléfica es el perfecto ejemplo de como sembrar las semillas del miedo y la desconfianza hacia los demás.
En este artículo intento no dar demasiados detalles sobre la película, pero quizá encuentres cosas que prefieres no saber antes de verla, en ese caso te recomendaría que primero la veas y luego pases por aquí, además nos encantaría que opinaras.
Maléfica es una película de 2014 producida por Disney, en esta ocasión se centran en el personaje que le da nombre. Siempre he disfrutado de este tipo de historias que se centran en como un personaje llega a ser como es, probablemente a la mayoría de psicólogos nos interese ya que es importante averiguar como se han construido los rasgos de personalidad de nuestro paciente (Aunque hay casos en los que es menos relevante).
En primer lugar, las personas nacemos con unos rasgos de personalidad que están muy determinados genéticamente y que el ambiente – educación, colegio, compañeros,…- moldea poco a poco.
Maléfica es un perfecto ejemplo de una niña confiada, sin miedo, con ilusiones pero sobre todo feliz. Vive en un mundo mucho más natural, donde los diferentes seres se ayudan entre sí y todos van con el corazón en la mano porque en su mundo nadie va a traicionarlos. Podéis imaginar que es un lugar muy feliz, donde todos pueden ser ellos mismos. El ejemplo contrario es ese mundo de humanos, oscuro, donde la gente desconfía porque muchos son ambiciosos y egoístas, principalmente porque se les enseña a ser así.
Maléfica termina dando su corazón a un joven humano. Por un lado, vive las maravillosas emociones de la amistad y el amor, pero también da mucho poder a ese joven que termina traicionándola. Esta claro que la vida tiene estos claroscuros, que es sano vivir todo tipo de emociones y no es bueno para nuestro desarrollo vivir solo en una burbuja de felicidad. Pero las circunstancias vividas por Maléfica le llenan el corazón de un odio profundo.
A continuación os muestro las múltiples lecturas que pueden hacerse de esta historia:
1. Consecuencias de vivir sobreprotegido:
Da la sensación de que Maléfica vivía demasiado protegida, en un mundo idílico donde nunca pasaba nada malo. La ciencia nos ha mostrado en múltiples ocasiones que los niños y adolescentes que no han discutido con sus padres -de manera moderada-, tienen un peor desarrollo, las discusiones son necesarias para aprender aspectos importantes de la solución de problemas, además de facilitar que sean jóvenes y adultos con un pensamiento crítico que no aceptan todo como les viene dado. Finalmente, Maléfica va de un extremo a otro, excesivamente confiada y después es un persona excesivamente cínica. Es un reflejo de esa falta de aprendizaje.
2. Consecuencias de la maldad:
Existen las malas personas, es un hecho. La maldad engendra más maldad, provoca ansias de venganza, cinismo y odio. Nuestra responsabilidad es protegernos de este tipo de personas, siempre que esté en nuestra mano. Parte de esa forma de ser que llamaríamos «maldad» es por aprendizaje, pero eso no implica que la persona que realiza actos malvados no tenga responsabilidad sobre ellos. Dañar a personas inocentes no puede ser excusado por las experiencias vitales que haya tenido uno. Por lo tanto, ni Maléfica ni el humano que la traiciona tienen excusa para su comportamiento, pero si nos ayuda a entenderlos mejor e incluso a empatizar con ellos, lo cual no implica aceptar sus conductas.
3. Consecuencias de educar en la excesiva ambición:
Queremos lo mejor para nuestros hijos, pero todo debe ser de manera moderada. Educar niños con una excesiva ambición y egoísmo, aumentará las probabilidades de que dañen a los demás. Basándonos en múltiples estudios, es ya sabido que ese tipo de personalidad que solemos llamar «Patrón tipo-A» produce personas infelices con menor esperanza de vida. Educar de esta manera tan solo conlleva consecuencias negativas.
En este artículo, no hablo de desconfiar de todos, únicamente destaco la importancia de ser prudente pero también que equivocarnos nos enseña y nos ayuda a desarrollarnos.