10 frases para reducir la ansiedad y el estrés
La ansiedad y el estrés son dos de los problemas psicológicos más comunes en el siglo XXI. Las prisas, el día a día acelerado, la falta de tiempo, la «necesidad de cumplir» se convierten en objetivos y ritmos de vida inalcanzables la mayoría de las veces.
Por eso mismo, en Atlas Psicólogos Tres Cantos queremos dar nuestro aporte contra estas dolencias mediante nuestras 10 para reducir la ansiedad y el estrés. El objetivo de estas frases no es ofrecer un tratamiento o solución, sino ayudar a comprender las emociones que sentimos a veces y a las que nos cuesta poner nombre.
Las mejores frases para reducir la ansiedad y el estrés
La ansiedad es una perspectiva de futuro, piensa cómo cambiarlo
Pocas veces, el futuro se mantendrá inalterado. Solemos tener tiempo para cambiarlo y disminuir la ansiedad que nos provocaría un examen, la pérdida de trabajo, el qué dirán…
Ninguna pasión como el miedo, le arrebata con tal eficacia a la mente la capacidad de actuar y razonar – Edmund Burke
El célebre escritor afirmó algo que se comprobó después científicamente: el miedo se apodera del resto de nuestras emociones; y esos pensamientos negativos «aplastan» a los positivos, pero pocas veces sucede al contrario. Haciendo frente a ese miedo, también reduciremos la ansiedad generada por este.
El tiempo para relajarte es cuando no tienes tiempo para ello. – Sydney J. Harris
Una buena cita para entender el estrés y su forma de actuar sobre nosotros. Es lógico que la gente más ocupada sea la que tiene más estrés, por norma general. Lo ideal es guardar algo de tiempo «para nosotros», donde realmente podamos dar espacio a la relajación o el ocio.
Si tienes un problema que no tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si tiene solución, ¿para qué te preocupas? – Proverbio chino
Un punto de vista de lo más interesante, donde se intenta reducir la preocupación y la ansiedad al mínimo común múltiplo.
No podemos eliminar la ansiedad. Pero sí es posible controlarla
La ansiedad y el estrés son tan antiguos como nuestra especie. Son señales instintivas de peligro. Por tanto, al igual que no podemos eliminar la sensación de hambre, tampoco podemos hacerlo con esto. Lo que sí podemos hacer es reducir los niveles de ansiedad hasta estándares normales y que solo florezca en situaciones de especial atención o que necesitemos más percepción.
Las expectativas nos generan inquietud, y muchas veces son irreales
La ansiedad proviene, muchas veces, en expectativas negativas. Un ejercicio muy interesante para reducirla es idear de manera consciente alternativas positivas de ese futuro, e intentar vislumbrar cómo llegar a ellas.
Lo que nos genera estrés no son las situaciones, sino nuestra percepción de ellas
Si estás preparando un examen, puede que no sientas estrés por lo que te queda por estudiar. En cambio, tu compañero, sí. Es decir, el nivel de estrés depende de cada persona y su forma de relacionar algo negativo (suspender) con una emoción (tristeza, rabia…)
La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy – Corrie ten Boom
La activista neozelandesa afirmaba que preocuparnos no va a evitar que algo nos duela emocional o físicamente. Sin embargo, nos quita las «ganas de vivir» de hoy. Es decir, la ansiedad por el futuro hace que no disfrutemos el presente.
La mejor arma contra el estrés es la habilidad para elegir un pensamiento sobre el otro – William James
Este filósofo estadounidense se acerca mucho al concepto de inteligencia emocional. Hay que conocer los problemas, darles nombre e intentar dirigir nuestros pensamientos hacia otra cuestión. Es muy difícil hacerlo, ya que se necesita una gran habilidad para hacerlo. Sin embargo, sí es posible.
Ocultar o reprimir la ansiedad produce, de hecho, más ansiedad – Scott Stossel.
A día de hoy, la ansiedad sigue siendo un tabú en la sociedad. Es más, todavía mucha gente relaciona la ansiedad con «estar nervioso» por algo. Pero una cosa es estar nervioso la noche de antes de tu boda y, otra muy distinta, es sentir ansiedad el día de antes de tu boda. Una cosa es normal en el 99% de las personas, la otra, no.
Por eso mismo, saber que estamos padeciendo ansiedad y contactar con un psicólogo especialista es el primer paso para superarlo.