¿Eres demasiado dedicado? Por qué pensar más en ti mismo
¿Es egoísta pensar en uno mismo? ¡No! De hecho, deberías pensar en ti mismo más de lo que seguramente hagas, dado que hay personas que tienden a pensar todo el tiempo en los demás, en gustarles y en encajar. Pero, ¿eso te hace feliz?
Por qué deberías pensar más en ti mismo
Pensar en uno mismo no es un acto egoísta, sino que puede ayudarte a mejorar tu bienestar, a sentirte mejor contigo mismo y ayudar a quienes te rodean.
De hecho, sentirte indispensable para otras personas puede hacerte percibir como responsable de sus problemas o incluso sentirte mal si te estás divirtiendo y la otra persona no. Por todo esto, necesitas pensar más en ti.
No es un tema de egoísmo, sino de salud, porque subestimar la responsabilidad del otro puede generar ansiedad. Es más, sentirse mal con uno mismo podría hacer que otros se aprovechen de ti, de la situación.
También puede ser una señal de inseguridad. Esa especie de obsesión por ayudar a otras personas y tener una necesidad constante de ser útil puede ser síntoma de una gran falta de confianza en uno mismo. Por eso buscamos esmerarnos o hacer más de lo que podemos o de lo que somos capaces.
¿Afecta más a las mujeres?
Es importante sacar este debate a la luz por una importante razón. Y es que, tradicionalmente, tendían a recaer muchas responsabilidades de casa y de la familia sobre las mujeres. Por ello, las hay que todavía tienen ese gran sentimiento de apego y se sienten responsables de lo malo que pasa en el entorno.
Es decir, pueden llegar a sentir culpabilidad si no se encuentran presentes para solventar cualquier problema o situación. En parte, porque se convirtieron en imprescindibles. Pero ojo, porque eso no tiene porqué ser malo, salvo que se sufra si no se cumple. ¡Recuerda que debes pensar en ti también!
Todo tiene un límite. Sacrificarse alguna vez por otra persona no es malo, pero hacerlo siempre, no es bueno. Piensa que estás menguando tu propio bienestar por el del otro y, puede que no lo aguantes nunca.
Si es recíproco, es perfecto. Pero si no lo es, estarías dando más que la otra persona y, eso a la larga, puede llegar a ser muy duro. Como te decimos, cuando se manifiesta este problema es una persona la que siempre tiende a ceder y asume responsabilidades que no son suyas.
No es ser egoísta. Pero a veces, serlo un poco no tiene porque ser malo. Digamos que, debemos dar lo que recibimos o quizás un poco más, pero tampoco debemos sacrificar nuestro bienestar emocional o personal.
¿En qué lado de la balanza crees que estás? ¿Necesitas hablar?