¿Dónde está la tristeza?
¿Dónde está la tristeza?
En el artículo anterior hablamos sobre la función de las emociones, dejándoos a vosotros la posibilidad de deducir la función de la tristeza.
Esta vez volvemos a escribir sobre las emociones, pero en esta ocasión nos centraremos en el funcionamiento de la tristeza.
Empecemos con un ejemplo
Todos hemos visto alguna vez un chiste sobre madres e hijos, en el que el hijo asegura que el objeto que busca no está en el lugar que decía la madre, y sin embargo, minutos después la madre encuentra el objeto buscado exactamente en el lugar que había mencionado. ¿Por qué ocurre esto con tanta frecuencia?
Este divertido fenómeno está muy relacionado con el interés con el que busca cada persona; el hijo sabe que si él no lo encuentra siempre habrá una segunda oportunidad, mientras que la madre sabe que si no lo encuentra es el momento de declararlo como objeto perdido.
Bien, nuestra mente funciona de un modo similar a la hora de buscar entre nuestros recuerdos, encontrando un recuerdo de un tipo u otro según lo que esté buscando.
Ser coherentes
Al ser humano le encanta ser coherente, por eso le cuesta tanto reconocer errores o cambiar de opinión. A nivel emocional, esa búsqueda de coherencia se refleja en la búsqueda de razones que expliquen nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, una persona puede sentirse melancólica en un momento dado sin razón aparente, lo que inmediatamente le llevará a intentar entender su estado. Buscará situaciones que le hayan podido provocar ese sentimiento, y las encontrará, alcanzando finalmente un sentimiento de malestar más intenso.
Para una persona que está triste es muy fácil hallar motivos que justifiquen, e incluso que aumenten su tristeza. Pero si decide interferir en el tipo de búsqueda y se centra en encontrar elementos positivos de su vida, será más probable que encuentre motivos para sentirse mejor, quizá no experimentará una felicidad plena porque en ese momento atraviesa un momento difícil, pero por lo menos no se sentirá tan mal como si hubiera dejado esa búsqueda en modo automático.
¿Cómo reducir la tristeza?
La tristeza tiene su función, como decíamos en el artículo anterior, pero podemos reducir su intensidad si no utilizamos todos nuestros recursos atencionales en la búsqueda de elementos que lo justifiquen, sino que en vez de ello, si decidimos dedicar parte de nuestra atención a lo que sí va bien en nuestra vida, será más fácil sentirse mejor.