Culpabilidad: ¿Por qué me siento culpable?

 En Psicología

La culpabilidad es un recordatorio de todo lo que hemos hecho mal. En su receta, los ingredientes principales son el arrepentimiento, darle vueltas al pasado, pensar en lo mal que lo hicimos y en que deberíamos haber tomado otras decisiones.

Desde pequeños aprendemos a buscar un culpable a las cosas, cuando hay una discusión entre niños, lo primero que se pregunta es «¿Quién ha sido?» y este es el primer paso hacia esa culpabilidad crónica, que se siente en la vida adulta.

Todos los sentimientos y emociones son útiles y necesarias para adaptarnos al entorno y llevar una vida plena. La culpabilidad es otro sentimiento más, necesario.

¿Para qué sirve la culpabilidad?

Nos sirve para darnos cuenta de un error cometido, lo que hace que podamos repararlo (pedir disculpas, hacer algo por la otra persona,…). La culpabilidad está muy relacionada con la empatía, nos sirve para ponernos en el lugar de los demás, entender las razones por las que hemos hecho sentir mal a la otra persona. Y lo más importante es que la culpabilidad al hacernos conscientes de los errores, nos facilita aprender de ellos.

Por lo tanto, la culpa es buena siempre que sea razonable, que hayamos cometido realmente un error y que nos sea útil. Es buena siempre y cuando sea temporal y no se prolongue.

En conclusión, la culpabilidad es buena para:

  • Hacernos conscientes de nuestros fallos
  • Aprender de los errores
  • Desarrollarnos
  • Adaptarnos al entorno
  • Mejorar nuestra empatía
Image courtesy of nenetus at FreeDigitalPhotos.net

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¿Cuándo es mala la culpabilidad?

La culpa no es buena cuando no dejamos de sentirnos culpables y seguimos dando vueltas al asunto.

No es sana cuando el motivo que genera la culpabilidad no es real. Esto es habitual con los pensamientos negativos automáticos, podemos pensar «no soy buena madre» «no soy buen hijo», «no hago bien las cosas», todo esto suele estar basado en exigencias demasiado altas e imposibles de cumplir, al no poder enmendar esos supuestos errores la culpa no deja de atacarnos. La culpabilidad negativa está muy relacionada con la depresión y ansiedad.

En situaciones como estas, la culpa no nos deja aprender, no da tregua y no somos capaces de perdonarnos. Este tipo de culpa nos baja la autoestima, haciéndonos sentir inútiles y poco valiosos.

Por lo tanto, la culpabilidad es mala cuando:

  • Se prolonga en el tiempo
  • Es excesiva
  • Se basa en errores que no son reales
  • Nos exigimos demasiado
  • Nos baja la autoestima
  • No nos permite aprender

¿Cuántas de las cosas que te hacen sentir culpable tienen solución?

Hace poco os hablamos de cómo entender los errores de los demás y como aprender de los errores.

 

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