¿Cuándo acudir al psicólogo?: Crear hábitos
¿El psicólogo puede ayudarme a crear un hábito?
El psicólogo como experto en el cerebro humano, sabe como se realizan los aprendizajes y como hacer que algo se convierta en un hábito. Podemos definir un hábito como los comportamientos que realizamos casi sin ningún esfuerzo mental, los realizamos casi de manera automática. Por ejemplo, una persona a la que le gusta leer y por lo tanto posee un hábito de lectura muy arraigado, no necesitará que algo le recuerde que es su hora de lectura o que tiene que leer tres veces por semana, es algo que «sale solo».
¿Qué pasos sigue un psicólogo para crear hábitos?
Evaluación: El psicólogo buscará entender que conductas quieres convertir en hábitos, éstas deben ser específicas como «hacer deporte 3 veces por semana durante 30 minutos» y no será adecuado «hacer deporte».
Razones para crear hábitos: El segundo paso será averiguar las razones por las que esas conductas son importantes para la persona, ¿porqué quiere conseguirlo? ¿cuál es su meta? Servirá de motivación en los momentos más difíciles.
Establecer una hoja de ruta: No es adecuado intentar establecer un hábito de golpe, lo mejor es establecer metas semanales que sepamos que podemos cumplir fácilmente.
Refuerzos: Serán los premios que te darás cada semana al conseguir la meta que hayas definido, y también habrá un premio final además del refuerzo que supondrá lograr tu meta.
¿Qué necesito para crear un hábito?
Lo primero que vas a necesitar es tiempo, según las últimas investigaciones se necesitan aproximadamente 60 -70 días para que nuestro cerebro aprenda la nueva conducta, hay personas que necesitan menos y las hay que necesitan más.
La motivación e ilusión son una parte importantísima del proceso de creación de hábitos, si no sabemos porque hacemos algo es imposible lograrlo. Es necesario aprender a auto-motivarse y a darse auto-instrucciones para realizar la actividad.
Aprender a manejar las caídas, ser consciente de que es casi imposible conseguir la meta todas las semanas, por lo que es esencial darnos permiso para fallar y no obsesionarnos con ello. Fallar puede crearnos una gran ansiedad, culpabilidad y desmotivación, todo esto puede provocar el abandono de nuestra meta.