Si no creces ante la adversidad, no pasa nada. Que no te engañen

 En Emociones

¿No crees en la adversidad? No te preocupes, ¡no pasa nada!  Porque lo cierto, es que la adversidad no nos hace crecer, sino que somos las propias personas las que crecemos mediante ella, pero solo a veces. Conozcamos cómo funciona:

La adversidad y cómo puede hacerte crecer (o no)

Para conocer más sobre la adversidad, tenemos que remontarnos al año 1990. En ese momento, los psicólogos Richard Tedeschi y Lawrence Calhoun llegaron a la conclusión de que había personas que, tras vivir una experiencia traumática, se comprenden mejor a sí mismas y al mundo, aprecian más la vida. Lo que se conoce como crecimiento postraumático.

Claro que, el crecimiento postraumático como tal, no lo padecen todas las personas ni implica únicamente sobrevivir frente la adversidad. Surge cuando se experimenta un cambio positivo a partir de ella. Pero no todos tienen por qué sentirlo.

Hay personas a las que les reconforta pensar de qué de las cosas malas pueden surgir cosas buenas. Pero, no todas lo piensan. También las hay que prefieren pecar de cautas o quizás de realistas y ver que de algo malo, puede salir incluso algo tan malo o incluso peor. Precisamente, porque prefieren no confiarse o prepararse.

Otros estudios han llegado a la conclusión de que en algunos casos, se utiliza como una cortina de una. Desde Pensilvania, los expertos han corroborado que ese supuesto crecimiento postraumático que muchas personas afirman tras una ruptura de pareja, no se refleja en sus comportamientos y actitudes.

Digamos que, hay personas que se muestran crecidas solo para reconfortarse. No se sienten así en realidad, sino que quieren hacer ver esa parte al mundo, por sus motivos. Puede que, tras esa coraza haya personas aún lidiando con las consecuencias emocionales del trauma, sintiéndose triste o llorando sin explicación.

Son heridas, heridas de guerra. Pueden pasar, seguro que sanarán rápido y seguro que aprendemos algo. Pero no vivimos en un mundo ideal y esa presión por pasar página y ver siempre el lado positivo de las cosas, puede “obligar” a algunas personas a ponerse una máscara de falsa resiliencia.

Esconder los sentimientos puede ser una posibilidad, pero a la larga puede agravar ese crecimiento postraumático y terminar causando más daño. Reconocer su vulnerabilidad no puede ser algo malo, porque ser sincero y decir la verdad, nunca lo es.

En definitiva, si experimentas un crecimiento postraumático de lo que estamos viviendo, maravilloso. ¿Qué no lo haces? No pasa nada, también es normal.

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