4 consejos para gestionar mejor el enfado

 En Emociones, Psicología

El enfado sin duda es una de las emociones que gestionamos peor. La mayoría se mueve en los extremos y son pocas las personas que se plantean cambiar.

O eres de los que se tragan la rabia y nunca dice nada de lo que le molesta. O de las que explota toda su ira y agresividad bajo el lema: “Es que me ponéis de los nervios”

El enfado es un sentimiento y como tal no debe reprimirse. El trabajo está en entenderlo y saber cómo gestionarlo.

Te contamos los 4 pasos fundamentales que tienes que seguir para lograr gestionar mejor tus enfados. ¡Ya empezamos! ¡No te enfades!

4 consejos para gestionar mejor el enfado

1. Muéstralo con sinceridad

No lo ocultes y sé sincero, habla de tu enfado con la otra persona. Pero mostrar tu enfado no es dejar de controlar o perderse en la ira. Hazlo desde la mayor calma posible.

Tienes que verlo como una oportunidad de acercarte a la otra persona y no de alejarte o romper la relación.

Esto se consigue empatizando con la otra persona. Piensa en que si estuvieses en su lugar te gustaría que se acercarán mostrando su enfado con honestidad y desde el reencuentro.

2. Hazte responsable de tu enfado

Cuando muestres tu enfado hazlo responsabilizándote de él. Cuando nos enfadamos somos nosotros los que experimentamos el malestar.

No culpes o responsabilices a la otra persona de lo que tu sientes, pensando que es ella la que causa tu enfado. Pensamientos como “por tu culpa me pongo así” no son correctas.

Aunque el trato de esa persona te resulte desagradable, eres tú quien al final construye su experiencia. Por lo que puedes decidir enfadarte y perder el control, o gestionarlo.

Lo correcto sería explicar cómo te sientes sin culpar al otro: “Cuando hablas de ese modo, yo me siento mal. Y no me gusta sentir esto”

3. Expresa lo que necesitas

No solo tienes que expresar tu enfado desde el acercamiento, también debes ser claro explicando que es lo que necesitas.

No juegues al juego de que adivinen tu mente. Cada persona pensamos diferente y no tienen que tener la responsabilidad de saber cómo quieres ser tratado.

Sé claro en mostrar el modo en el que te gusta que te traten, sin exigir cómo debe comportarse.

Por ejemplo si la persona está alterada, es un error decirle: ¡No me hables así de mal! Lo correcto sería expresarle: “Cuando hablas de ese modo, yo me siento mal. Prefiero que hablemos cuando estés más calmado

4. Escucha activamente a la otra parte

Esto no solo va de ti, también es importante la otra persona. Escucha de forma atenta lo que la otra persona tenga que decirte. En toda historia suele haber dos partes.

Pero al igual que antes no hiciste responsable a la otra persona de tu enfado. Ahora no debes responsabilizarte del suyo.

Si ves que al exponer tu enfado la persona se siente mal, pregúntale cómo se siente y qué le molesta. Teniendo presente en todo momento que como se haya tomado las cosas, no es tu responsabilidad.

 

Sabemos que decirte cómo gestionar tu enfado es más sencillo que hacerlo. Pero como todo en esta vida es práctica, y si aplicas estos consejos poco a poco lo lograrás.

Decir que uno es como es y que no podrá cambiar, no es del todo cierto. Lo que sí es cierto es que solo se cambia cuando uno mismo quiere y trabaja conscientemente para ello.

Gestionar los enfados forma parte de tu crecimiento personal y en Atlas Psicólogos podemos ayudarte con ello. Saber hacerlo te hará tener una vida más sana y feliz.

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