Cómo conseguir independencia emocional en 8 pasos
La dependencia emocional es uno de los grandes problemas que pueden romper, no solo una relación, sino a uno mismo.
Por ello, es crucial aprender cómo ser más independiente emocionalmente. De esta manera, podrás crear relaciones fuertes y sanas, tanto contigo mismo como con tu entorno.
En este artículo, queremos darte algunas claves para que puedas lograr tu independencia emocional y mejorar tu calidad de vida.
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional es la necesidad afectiva y/o sentimental adictiva. Se basa en una serie de creencias sobre las relaciones interpersonales que fomentan una asimetría y desequilibrio. La necesidad de afecto es una parte innata del ser humano.
Sin embargo, se convierte en un problema cuando es distorsionada y desproporcionada, llegando al punto de anular las propias necesidades y emociones en pos de mantener la relación.
La persona emocionalmente dependiente suele tener grandes necesidades insatisfechas que intenta llenar de manera desadaptativa, traduciéndose en una necesidad extrema de los demás.
A esas necesidades insatisfechas, hay que añadir que una de las grandes causas que mantienen la dependencia emocional son las creencias erróneas o distorsiones cognitivas relacionadas con el amor romántico.
8 claves para superar la dependencia emocional
1. Reconoce que tienes un problema de dependencia emocional
Antes de poder poner solución a un problema, cualquiera que sea, es necesario ser consciente de la existencia del mismo. En el caso de la dependencia emocional, buscamos excusas y justificaciones para evitar reconocer que tenemos un problema real. Esto hace casi imposible poder superar la situación. Por ello, mírate al espejo y elimina todas esas excusas, sé sincero contigo mismo y da el primer paso para crear relaciones satisfactorias.
2. Analiza qué cosas haces (o dejas de hacer) por amor
Todos hacemos concesiones por las personas a las que queremos, ya sea nuestra pareja, nuestros amigos, la familia o, incluso, en el trabajo. Ceder hasta cierto punto es un tema de ajuste, es sano, es el “hoy por ti, mañana por mí”. El problema viene cuando lo que aceptamos o hacemos es más de lo que realmente deberíamos.
Es importante que seas consciente de todas esas cosas que haces por amor, pero que, en el fondo, te perjudican o te hacen daño. Así mismo, intenta pensar en qué has recibido a cambio. ¿Has aceptado que te tratasen de una manera que te duele? ¿Qué le hubieras dicho a un amigo que estuviera en esa situación?
Con este análisis, te harás consciente de que el coste de la dependencia emocional nunca es beneficiosa para ti y te supone un gran sufrimiento.
3. Entrena tu asertividad y aprende a decir ?no?
La asertividad es fundamental para poder ponerte en valor a ti mismo de una forma equilibrada y respetuosa. Debes aprender a expresar lo que quieres y lo que no, lo que necesitas y lo que te gusta o disgusta de una forma adecuada. Tanto guardarte esas cosas como exigirlas o imponerlas, son conductas que te llevarán a perder aquello que quieres.
4. Sal de tu zona de confort
¿Sabías que la zona de confort no siempre es confortable? En este caso, la dependencia emocional es tu zona de confort porque es lo que conoces, incluso si no te gusta o te hace sufrir. ¿Es eso a lo que recurres cuando sientes miedo, ansiedad, incertidumbre? ¿Es mejor lo malo conocido?.
Debes aprender a reconocer esas situaciones que te llevan de nuevo a tu zona de confort y poner un esfuerzo extra para no caer en lo ya conocido.
5. Ponte en valor y refuerza tu autoestima
Para poder lograr un bienestar emocional, es importante que estés cómodo con quien eres, que te aceptes a ti mismo, y que te des la oportunidad de disfrutar de lo que te llena. La baja autoestima hace que no te valores y, por lo tanto, no te pongas en valor ante los demás. Incluso, puede llegar a hacer que te olvides de ti mismo y de tus necesidades por las necesidades de otros.
Para evitar llegar a esa situación en la que no sabes ni quién eres, es importante que tengas tus propios espacios, tus aficiones y tu proyecto de vida. Ellos te guiarán para no perderte a ti mismo que, a fin de cuentas, es lo que siempre vas a tener.
6. Aprende a disfrutar de la soledad
La soledad es un espacio muy útil para conocerte a ti mismo. Es ese momento en el que puedes experimentar qué te agrada, qué te llena, cómo te sientes, qué te ilusiona? sin interferencias de terceros.
Es una manera estupenda de descubrir aspectos de ti que hagan que te quieras un poquito más. Todo ello hará que puedas crear relaciones más estables, seguras, independientes y, sobre todo, sanas.
7. Reflexiona sobre tus creencias y expectativas
Todos hemos crecido con cuentos en los que el amor es ese punto necesario para tener un final feliz en la vida. Como con el mito de la media naranja que nos enseña que estamos incompletos sin “esa” persona a nuestro lado.
Todas estas creencias sobre el amor, las relaciones y sobre nosotros mismos nos lleva a generar expectativas poco realistas o excesivamente intensas. Di no a las expectativas y creencias creadas y objetiviza la idealización que tienes en mente.
8. Busca ayuda de un psicólogo profesional
Como ves, gran parte del problema de la dependencia emocional radica en necesidades insatisfechas, baja autoestima y creencias distorsionadas. Esto no es tan fácil de modificar, especialmente si no pides ayuda a profesionales que puedan guiarte y aconsejarte de manera adecuada.
La ayuda psicológica es esencial para adquirir técnicas y herramientas que te ayuden a ser más independiente emocionalmente y a mejorar tu calidad de vida y tus relaciones.
Si quieres aprender a cómo ser más independiente emocionalmente, pide cita con uno de nuestros psicólogos expertos. En Atlas Psicólogos Tres Cantos, la primera consulta es 100% gratuita. ¿A qué esperas para poner fin a tu dependencia y empezar a ser feliz?