Cómo ayudar a una persona que sufre ansiedad

 En Emociones

La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto y tenso, y tenga palpitaciones. Puede ser una reacción normal a una situación de estrés como ya hemos tratado en numerosas entradas de este blog.

Si alguna vez te has preguntado cómo podrías ayudar a un amigo, familiar o compañero de trabajo cuando tiene ansiedad, en Atlas Psicólogos Tres Cantos te damos las claves.

 

Persona con ansiedad: ¿Cómo le ayudo?

Los familiares y amigos de las personas que sufren problemas de ansiedad se encuentran ante una situación que, en muchas ocasiones, no saben cómo manejar. Conviene saber cómo actuar para prestar la ayuda adecuada y evitar actitudes o intentos de solución fallidos que contribuyen a intensificar y perpetuar el problema.

Las personas que estamos alrededor somos agentes cruciales para mejorar o empeorar la situación de la persona con ansiedad en cuestión, por ello resulta tremendamente importante saber cómo debemos actuar.

 

1. Informarse sobre el problema

En muchas ocasiones si no has pasado por momentos de ansiedad, desde fuera las reacciones derivadas de los ataques de ansiedad pueden verse sobredimensionados y por ende una falta de empatía por falta de comprensión.

Es conveniente interesarse e informarse de lo que pasa. La información dota de significado o sentido a las cosas, aumenta nuestro nivel de conocimiento sobre ellas, y facilita la toma de decisiones.

Para una mejor comprensión del problema puede ser de utilidad consultar a fondo documentos especializados sobre qué es la ansiedad, como se manifiesta, con qué factores guarda relación, tipos, etc. O la propia persona en cuestión puede saber qué es lo que prefiere que ocurra en este tipo de situaciones.

 

2. Escucha activa y sin prejuicios

Escucha de forma activa a la persona que sufre el problema de ansiedad e intente comprender lo que le está pasando, sin desacreditarla ni desconfiar de ella. Una simple actitud de entendimiento, compresión y disponibilidad puede ayudar a la fuga de sensaciones desagradables que produce la ansiedad.

Y hay que evitar siempre la trivialización y la descalificación, ya que este tipo de comportamientos propiciarán que la persona se sienta prejuzgada, ridiculizada y rechazada.

 

 3. La contención

La contención va un paso más allá de la escucha activa, se refiere a la capacidad de hacerse depositario de la situación problemática. En este punto debemos ser un agente que aporte soluciones, más allá de un: “no te agobies”.

        Evitar la culpabilización. Culpabilizar implica que se atribuye toda la responsabilidad de la situación problemática a la persona que la está sufriendo. Puede ser que la propia alteración no permita a la persona hacerse cargo de la situación o aplicar soluciones que en otras circunstancias parecen fáciles. Culpabilizarla puede hacer que se sienta más angustiada e incapaz.

        No dramatizar o angustiarse tanto o más que el propio paciente. 

        Ayudar a objetivar las situaciones.  Podemos ayudar a analizar de forma más objetiva y realista la situación para animar a la persona a hacer frente a la misma, en lugar de sobreprotegerla y afianzar sus miedos desproporcionados.

        Crear expectativas realistas de solución. Interesa que la persona sepa que a pesar de tener ansiedad puede llegar a disponer de las estrategias necesarias para que ésta pueda superarse.

 

4. Apoyar a la persona es lo más importante

Un apoyo en el momento y mostrar un apoyo futuro puede hacer más llevadero el proceso de gestión. En este proceso animar al paciente a que se enfrente progresivamente a sus miedos supone un punto clave.

En este sentido, reforzar los avances que se van consiguiendo (alabanzas, elogios, felicitaciones, celebraciones……) y, sobre todo, demostrar satisfacción por los esfuerzos realizados hace que aumente la confianza del individuo.

Sin embargo, hay que recordar que debemos ofrecer ayuda, sin sobreproteger.

 

5. Evitar fuentes de estrés innecesarias

Es importante tener en cuenta que la persona que sufre el problema de ansiedad se encuentra en una situación en la que cualquier pequeño contratiempo puede actuar como disparador de su ansiedad y mantener e intensificar el problema.

 

 

Y, por último, en caso de que detecte que la ansiedad empeora con el paso del tiempo y compruebe que las medidas preventivas no están funcionando o no son suficientes, puede ser de utilidad que anime al afectado a consultar su problema con especialistas.

 

Para ello puede contar con nosotros.

Si sigues estos consejos conseguirás mejorar tu autoconfianza. ¿Te ayudamos?

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