¿Cómo nos ha afectado a nuestras emociones el COVID-19?
Esta crisis sanitaria del coronavirus ha sacudido toda nuestra rutina y planes de vida. Eso puede llegar a afectar a nuestra forma de gestionar nuestros sentimientos y emociones. Es más, ¿te has dado cuenta de que la actitud de muchas personas ha cambiado?
Ahora mismo estamos en un momento en el que se ha producido un aumento de los casos de ansiedad y depresión. Y en Atlas Psicólogos Tres Cantos te explicamos 7 claves para afrontar estos momentos.
COVID-19, sinónimo de ansiedad y depresión
Nuestra sociedad se ha visto inmersa en una serie de circunstancias que ha traspasado los límites de crisis sanitaria. Sumergidos en crisis económica, también ha desencadenado un momento complicado para la salud psicológica de muchas personas.
Personas que hasta ahora parecían tener las herramientas suficientes para su gestión emocional, ahora les resulta complicado lidiar con ciertas situaciones. Esto ha derivado también en que el ambiente general se sientan ciertas emociones o se tengan ciertas sensaciones: personas que están más irascibles, aumento de situaciones de miedo o incertidumbre, …
Se entiende que hay salidas de este momento, aunque parezca mucho más que una simple mala racha. Por eso vamos a explicarte desde Atlas Psicólogos algunas claves o herramientas básicas para intentar hacer más llevadero esta convivencia constante con la ansiedad y pensamientos negativos.
7 herramientas para la gestión emocional durante la crisis del COVID-19
Las consecuencias a nivel individual y colectivo han sido devastadoras para la facilidad de gestión emocional. Son momentos de incertidumbre y donde parece que todo se nos escapa de nuestro control. Por ello, es más necesario que nunca que sepamos cómo hacer frente a esto.
Vamos a mostrarte algunas claves para gestionar correctamente nuestras emociones en estos tiempos.
1. Observa e identifica tus emociones
Ponerles nombre a los sentimientos siempre ayuda para hacerles frente y aceptarlas, tal y como las sentimos. Es normal sentirse preocupado y experimentar angustia en algún momento.
2. Crear una nueva rutina
Estructurar y planificar una nueva rutina donde entendamos que no podemos hacer las cosas como antes. Enfocarnos en el presente y ver qué podemos hacer ahora para solucionar y gestionar las tareas y otros quehaceres que tengamos. Planifica todas las acciones que vayas a hacer en el día para organizarte. Puede serte útil estructurar un horario diario donde incluyas el trabajo, tareas domésticas y tiempo de ocio, todo de manera equilibrada.
3. Cuídate tú y tus hábitos
No te descuides porque así no conseguirás salir de ese bucle. Existen unos principios básicos que aseguran que tu actitud mejore:
- Mantener una rutina de higiene del sueño (7-8 horas).
- Alimentación saludable.
- Hacer ejercicio (mínimo 30 minutos al día).
- Establecer espacios para ocio que equilibren al trabajo.
No desatiendas estos hábitos saludables para asegurar tener una mente sana, en la medida de lo posible.
4. Conoce tus propios límites
Tienes que saber identificar cuáles son tus señales de estrés, enfado, tristeza o irritación. Haz un seguimiento diario de tu estado de ánimo a lo largo del día. Todo para saber en qué punto te encuentras y poder conocer los desencadenantes y así comenzar el proceso de gestión.
5. Haz frente a tus expectativas
No puedes controlarlo todo, y más en este tipo de situaciones. Tienes que procurar crear unos objetivos que te motiven, pero no esperar de ti cierto margen de respuesta. Lo suyo es dejar a un lado las expectativas que tenemos hacia nosotros mismos y hacia los demás y focalizar los esfuerzo en desarrollar la realidad en la que nos encontramos, y no en la que pretendes que sea.
6. Ten una predisposición positiva
Háblate tal y como tratas a los demás cuando las circunstancias hacen necesarias palabras más suaves. Háblate con aprecio y aceptación, no te juzgues por lo que piensas o haces, y no te compares. Ni con el tú del pasado, porque son otras circunstancias, ni con el resto.
7. Gestiona todo en el momento debido
La incertidumbre se gestiona con la capacidad de focalizarnos en el momento presente. Trabajar por proyectos en tiempo presente harán más llevadero la forma de afrontar el futuro.
Pero ante todo dejar bien claro que es normal que en estos tiempos de incertidumbre se experimentes sensaciones negativas como la ansiedad, el estrés o la tristeza. Y, si estas herramientas no son suficientes, siempre es aconsejable acudir a profesionales. Si lo necesitas contacta con nosotros.