Claves para detectar y afrontar el problema del bullying
Desde siempre han existido en el ámbito escolar niños y adolescentes que creen tener la potestad para maltratar a otros, hacer burlas crueles y someterlos a humillaciones físicas y psicológicas. Sin embargo, es hasta hace un tiempo que se le ha puesto el nombre de “bullying” o acoso escolar, haciendo referencia a todos los tratos crueles antes descritos y muchos más.
¿Cómo detectar el bullying?
Como toda conducta maltratadora esta no se hace evidente hasta que ha llegado a consecuencias graves, esto debido a que el agresor se da a la tarea de no quedar en evidencia evitando ser castigado. Además, con los avances tecnológicos se han usado nuevos medios para llevar los maltratos de forma invisibilizada e impune, por lo que el acoso psicológico a través de hostigamiento, amenazas, insultos y rechazos se da con mayor facilidad socavando la autoestima de la víctima. Es importantísimo resaltar que el bullying solo se da entre iguales, y no aquellos comportamientos que suceden entre un adulto y un niño o adolescentes, ya que suele confundirse y tipificarse de la misma forma.
Para detectar el bullying hay que tener claro que es un problema mundial que no exime raza, género o nacionalidad. Según datos aportados por la UNESCO, es más frecuente en la población con edades comprendidas entre los 12 y 16 años, sin embargo podemos seguir las siguientes claves para detectar de forma temprana y evitar consecuencias nefastas.
- Perfil del acosador. Si podemos detectar a tiempo quien posee el perfil de acosador podremos estar atentos ante cualquier improperio y falta, aunque sea leve, hacia otro compañero. Así pues tenemos que estar atentos ante aquellos que: tengan historia previa de maltrato familiar o hayan sido previamente víctimas de acoso; necesidad de aprobación y reconocimiento social; deficiente desempeño académico y frustración por ello, baja autoestima, comportamiento notoriamente agresivo, desacato a la autoridad y límites sociales.
- Perfil de la víctima. Suelen ser niños sobre protegidos por sus padres, con alguna discapacidad física o mental, con habilidades intelectuales superiores, niños introvertidos, frecuentemente con escaso círculo social de apoyo.
- Lugares vulnerables. El agresor jamás perpetrara el daño delante del profesor y poco lo hará en el salón de clases, suelen usarse baños, pasillos, hora de descanso, ante lo que se debe estar mucho más atentos.
- Cambios de conducta. El niño maltratado se volverá retraído, comenzará a expresar rechazo hacia el centro escolar, es probable que disminuya el índice académico, se vuelva menos comunicativo, presente enfermedades somáticas (dolor de cabeza, fiebre sin causa aparente, dolor de estómago, fatiga, entre otras) frecuentemente, y en el peor de los casos habrán moretones y sangrado que trate de esconder.
Afrontando el bullynig
- Lo primero es identificar dentro del salón de clases las potenciales víctimas y agresores, de esta manera podrás estar atento con mayor facilidad a las señales que se presente.
- De forma preventiva es importante hacer intervenciones de tipo psicológicas dentro del aula de clase donde se fomente el desarrollo de habilidades sociales, crecimiento emocional, fortalecimiento de la autoestima y comunicación asertiva. Todo esto tanto para niños como para los padres, ya que el modelamiento en casa influye en el comportamiento infantil.
- Si es detectado un caso de bullyng, es necesario avocarse de inmediato e involucrar a los padres de ambas partes y a los orientadores del plantel.
- Evitar generar competencias insanas dentro del aula de clase, siempre es mejor buscar el reconocimiento positivo de todos los integrantes. Además no permitas, autorices o apoyes cualquier tipo de burla, risa humillante o comportamiento inadecuado.
Detectar el bullying con éxito se centra en prestar atención a los detalles, nunca será algo que se haga evidente frente a los adultos, pero la conducta tanto del hostigador como de la víctima pueden encender las alarmas.