Autoboicot: cómo dejar de ponerte la zancadilla a ti mismo

 En Emociones

Seguro que has oído eso de “tu peor enemigo eres tú mismo”. Y es que, hay personas que sin darse cuenta se hacen autoboicot, se ponen la zancadilla a sí mismos. Por ello, es importante saber por qué ocurre y cómo evitarlo.

¿Qué es el autoboicot?

Antes de nada, necesitas reconocer el autoboicot, para poder salir de él. Estamos ante esa situación en la que la persona sabe qué hacer para que le vaya bien, pero no lo hace y, al no hacerlo, se siente culpable.

Sucede cuando una persona se pone impedimentos o va en contra de sus deseos y eso le impide avanzar. Es algo que irremediablemente todo el mundo hace alguna vez. Pero que no es sano ni es lo que realmente deseas.

Por ejemplo, sucede cuando se quiere adelgazar y se dan todavía más atracones, cuando se quiere aprobar un examen y se estudia la hora antes, cuando una pareja te gusta pero te alejas porque te da miedo, cuando quieres cambiar de trabajo pero a la hora de la verdad te echas para atrás, etc.

Cuando se producen estas situaciones, surge algo así como un conflicto interno. Una parte nos hace boicot y nos torturamos y enfadamos con nosotros mismos, lo que da lugar a un sufrimiento.

¿Por qué sucede este sabotaje?

Normalmente, no se hace mal, sino para seguir en la zona de confort, protegerse… Es decir, buscamos esa seguridad y evitamos situaciones que, aunque estemos deseando afrontar, podrían hacernos mal.

Puede que tras años enviando el CV nos hayan llamado para el trabajo de nuestros sueños y, sin embargo, tengamos miedo de ir a la entrevista por si nos dicen que no. Pero, si no lo intentas, tampoco cambiarás nada en tu vida.

El problema del autoboicot, es que puede dar lugar a situaciones de desequilibrios cognitivos. Y cualquier cambio o incomodidad puede llevarnos a ser indefensos, a querer seguir en la zona de confort para que nada malo nos ocurra. Por eso es importante tener cuidado con los pensamientos negativos.

Esa búsqueda del bienestar o evitación de una situación incómoda nos puede lastrar, puede evitarnos que consigamos nuestras metas y seamos felices. Por eso, es el momento de decir otra frase que seguro te suena “quien no arriesga no gana”. O también esta otra de “nadie dijo que fuera fácil”.

Si crees que vives en un continuo bucle de autoboicot, podemos ayudarte.

Entradas Recientes