Alimentación y salud mental ¿cómo se relacionan?
El conjunto mente cuerpo es indivisible, aunque en el día a día no lo notemos, es por eso que la relación alimentación y salud mental pasa casi desapercibida, ya que es que poco lo que sabemos de la gran influencia que existe de la primera, sobre la segunda. Por eso hoy veremos con un poco más de detalle este tema para cuidarnos integralmente.
Alimentación y salud mental
Si piensas por un momento en que eres como un ordenador, sabrás que la alimentación es la batería y el cableado eléctrico, mientras que la salud mental es el resto de los componentes. Por eso sin la primera, la segunda no puede funcionar aunque sea de última tecnología.
La alimentación nos provee de los nutrientes necesarios para estar sanos y fuertes, claramente cuando ésta es saludable y equilibrada. Sin embargo cuando no lo es puede llegar a causar enfermedades (ya sea por exceso o por déficit). Debemos procurar ingerir cantidades justas de proteínas, carbohidratos, frutas y legumbres, para así lograr una alimentación saludable.
Por otro parte, la salud mental es definida por la Organización mundial de la salud (2013) como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.”
¿Cómo se relacionan?
Ahora bien, ¿cómo es que de alimentos pasamos a pensar en nuestras emociones y nuestra mente?, pues bien, seguramente has experimentado esa sensación cuando hay desamor de solo acompañarte de helados, chocolates y una manta para llorar, así de clara es la relación. Los alimentos tienen sustancias que influyen en nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento, para bien y para mal.
Los estados depresivos y los trastornos en la memoria pueden acentuarse o generarse por un cuerpo que tiene bajos niveles de hierro y vitaminas (la cual está presente en las carnes, legumbres, granos y fruto secos.), acompañados de anemia leve, moderada o severa. Por otra parte, aquellos niños o adultos que sufren de hiperactividad se verán afectados por alimentos ricos en azucares procesadas (golosinas, bebidas azucaradas, postres, etc.) Los estados ansiosos se mantienen y aumentan por la ingesta de cafeína y bebidas energizantes (incluyendo altas cantidades de té oolong o el té verde).
Cuando llevamos una alimentación desmedida y comenzamos a ganar peso hasta llegar a niveles de obesidad, somos propensos a tener problemas de autoestima que derivan en depresión y continuan el ciclo con mayor aumento de ingesta de alimentos poco saludables, sin contar claro con las afectaciones corporales que pueden aparecer.
Para personas diagnosticadas con trastornos del espectro autista, se recomienda una dieta restringida en el uso de alimentos que contengan gluten, ya que diversos estudios confirman que estos alimentos mejoran la conducta y control emocional. Al igual que para aquellos diagnosticados con esquizofrenia se sugiere mayor consumos de alimentos altos en vitamina B, magnesio y omega 3, ya que se ha comprobado que estos pacientes tienen un claro déficit de estos nutrientes, por ende ingerirlos ayuda a disminuir los síntomas que acompañan esta enfermedad.
Como veras, debes tener especial cuidado con lo que comes, ya que por exceso o déficit interferirá con tus emociones y acciones. Aliméntate bien, y vive feliz ahora que ya sabes la importancia de alimentación y la salud mental.