5 Consejos para gestionar pensamientos obsesivos
Los pensamientos obsesivos o pensamientos automáticos negativos, requieren de gran esfuerzo cognitivo. La experiencia que vive la persona puede ser similar a la que viviría, si ese acontecimiento estuviese sucediendo de verdad.
Muchas de las personas que tienen este tipo de pensamientos intentan evitarlos. Y a pesar de ello, dicen que son recurrentes y que no sienten tener el total control sobre ellos.
Lo suelen experimentar personas con trastornos de ansiedad o con depresión mayor. Pero también los tienen algunas personas con aparente ausencia de problemas emocionales.
Te damos algunas claves para llevar a cabo, cuando aparezca en tu mente un pensamiento obsesivo. El trabajo de gestión es aprender cómo comportarse cuando algo sucede, no ignorarlo o dejarse llevar por la emoción.
5 consejos para gestionar pensamientos obsesivos
1. Clasificar los problemas
Los problemas se suelen clasificar en dos grupos, los que tienen solución y los que no la tienen. Preocuparte por los que no la tienen no arreglará nada. Y preocuparte en exceso por los que sí la tienen, te puede paralizar.
Lo primero es diferenciar qué tipo de problema es. Y si es de los que sí tiene solución ponerse a ello, ya que tener una actitud pasiva incrementará tu malestar.
Busca las posibles soluciones, analízalas, elige la mejor y llévala a cabo. Centrarte en esto, hará que dejes de sufrir por darle vueltas al problema una y otra vez.
2. Dedicarle un tiempo concreto
Este método consiste en dedicar un tiempo limitado y concreto del día para pensar en eso que te preocupa. Intentar buscar soluciones, experimentar cómo te sientes y analizar la situación.
Después distraerte con otras actividades y tener el resto del día planificado. De este modo no estás evitando el pensamiento, por lo que no lo estás bloqueando. Pero al mismo tiempo sigues siendo productivo y disfrutas del resto del día sin que el pensamiento te limite.
3. Romper con tus dinámicas
Este punto está muy relacionado con el anterior Los pensamientos obsesivos hacen que las personas se evadan de todo lo que las rodea. Y si siempre están en el mismo lugar no recibirán nuevos estímulos.
La técnica aquí es romper con tus dinámicas habituales: acudir a un nuevo lugar, volver de casa por otro camino, apuntarse a una nueva actividad… Estos cambios hacen que tu atención vuelva al exterior y deje de estar en el pensamiento obsesivo.
4. Exponerse a los miedos
Muchos de estos pensamientos son miedos a una posible situación futura. La persona teme dicha situación y sufre pensando cómo se sentiría si sucediera.
Exponerse al miedo es efectivo como terapia para muchas personas. Consiste básicamente en una terapia de choque donde vivir la situación que tanto se teme.
Puede ser de forma real, como ir a una fiesta si se tiene fobia social. O se puede hacer paso a paso, desde la imaginación o incluso a través de realidad virtual.
5. Meditación, Mindfulness y Psicología
Existen muchas técnicas a las que puedes acudir en el proceso de control de tus pensamientos. Éstas te ayudarán y serán tu herramienta que siempre te acompañe.
Tanto la meditación y el mindfulness te ayudarán a centrarte en el momento presente. A través de ejercicios de respiración, centrar tu atención en los sabores de tu comida, escuchar atentamente los sonidos…
Tener ayuda psicológica será clave para aprender a gestionar tus emociones. Tendrás herramientas para ello y una persona que te oriente sobre lo que es más saludable para tu mente.
En Atlas Psicólogos sabemos la importancia de una buena gestión de las emociones. Casi nadie recibe una buena educación emocional cuando es niño. Y ésta es clave para poder afrontar los retos que encontrarás a lo largo de la vida.
Las emociones van y vienen, algunas te harán sentir bien y otras mal: pero todas son importantes. Aprender a trabajar con ellas y no contra ellas, es lo que te ayudará a avanzar.